"Era el año 1929 y en casa teníamos un receptor de radio que en aquella época era la última palabra. Era un Pullman six. Casualmente, vi en una revista que la lámpara Bigrill podía servir para modular la oscilación. Entonces, ese circuito de entrada del receptor se convertía en una microemisora.
Hice las pruebas y los arreglos y, efectivamente, en otro aparato, en la habitación de al lado, se oía. Conecté una bobina a la bobina osciladora del receptor y la enchufé a la antena exterior que teníamos en casa.